Envejecer con salud

La etapa evolutiva de la vejez, genera problemas que se agravan en función del rápido cambio sociocultural que se vive en nuestros días, junto al aumento cuantitativo de la población considerada como «Tercera edad». Este colectivo está sujeto a los mismo trastornos que otro grupo de edad, además de enfrentarse a problemas específicos y comunes a ellos. Dichos problemas están en relación directa con múltiples pérdidas que acontecen en este periodo de la vida: pérdida de contactos familiares y sociales, pérdida de trabajo, pérdidas económicas, deterioro psicológico y físico, decremento en el estatus cultural y social, y en general, una autovaloración disminuida. Podemos calificar el proceso de envejecimiento de naturaleza «decremental».  Durante esta etapa de la vida se produce un gran deterioro cognitivo determinado por diferentes procesos biológicos tales como, la deprivación sensorial a la que es sometido con frecuencia el anciano, lo cual puede provocar modificaciones en las estructuras cerebrales y por ende, en el comportamiento cognitivo, las pérdidas en las relaciones interpersonales, así como los cambios en su vida profesional y laboral determinan trastornos afectivos que a su vez cursan con perturbaciones en el rendimiento cognitivo, por último y como factor más importante, nos encontramos con trastornos orgánicos como son las demencias. Estas se caracterizan por la pérdida progresiva de las funciones cognitivas, los déficit cognitivos pueden afectar a cualquiera de las funciones cerebrales en particular la memoria, el lenguaje, la atención, la orientación y la capacidad de concentración se ve notablemente disminuida. Estos cambios, en estados iniciales, se producen de forma consciente por el enfermo, por lo que se puede producir un cambio en su estado de ánimo derivando en depresión, apatía e irritabilidad.

Existen programas terapéuticos centrados en el entrenamiento de las  funciones cognitivas, estos programas, nos ayudan a optimizar el rendimiento cognitivo y funcional del paciente, ayudándonos de diferentes técnicas tales como:  terapia de orientación a la realidad, reminiscencia, psicoestimulación o musicoterapia entre otras. Todas ellas persiguen objetivos comunes tales como:

  • Mantener las habilidades intelectuales, fomentando la autonomía personal.
  • Estimular las funciones cognitivas (lenguaje, memoria, atención, concentración…).
  • Fortalecer lar relaciones interpersonales.

Consideramos la importancia de mantener las funciones cognitivas para poder envejecer de una manera exitosa, por eso lanzamos dos talleres para fomentar el entrenamiento de las funciones cognitivas, en colaboración con Aider Hogar. El primero de ellos es un taller de psicoestimulación cognitiva, con el que pretendemos desarrollar capacidades que están en la base de todos los procesos cognitivos, fomentando la autonomía de la persona, la relación del individuo con su entorno y contribuyendo a mejorar la conducta y el estado de ánimo, mejorando en general la calidad de vida del anciano.

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El segundo taller que hemos confeccionado es Musicoterapia, una técnica más innovadora pero no por ello menos importante. Utilizamos la música para facilitar y promover el aprendizaje, comunicación, expresión… con el fin de asistir a las necesidades físicas, psíquicas, sociales y cognitivas. Es decir, utilizamos la música para restaurar y mantener la salud física y mental, potenciando la socialización, mejorando el autoconcepto de los destinatarios y potenciando los aspectos cognitivos del paciente tales como, memoria, creatividad, atención, organización y lenguaje.

musicoterapia

 

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